Bosques de Hayas y Robles
La magia de los bosques encantados, de los pueblos donde aún quedan paisanos que siembran algún que otro prado; que riegan los huertos, que recogen patatas, y en la fuente es posible encontrar manojos de ramas de avellanos ablandándose en el agua para ser trabajadas. Es cierto que todo cambia, que nada permanece, pero paseando por las calles de estos pueblo, esperamos que las transformaciones sigan entendiendo su carácter y la rica personalidad de este rincón, Bausen, Canejan, Sant Joan de Toran ,Porcingles, Pontaut pueblos en uno de los valles más salvajes e inexplorados de la Val d’Aran nos permiten imaginar cómo transcurría la vida en este lugar hace tan sólo unos años.
Sus caminos se utilizaban como vía principal de contrabando, eran también la salida más rápida hacia Francia del mineral que se extraía, desde las minas de Liat a 2.300m de altitud, por una línea de cable aéreo de 14km, hasta Pontaut.
Un paseo con gran riqueza de vegetación donde destacan fresnos, robles, arces, tilos o cerezos y arbustos como retama, zarzas, helechos, endrinos o rosales silvestres.
Bosques de hayas, abetos y pino negro en las laderas del Montlude donde se puede escuchar el peculiar canto del urogallo o la ” berrea”, el ronquido de apareamiento del ciervo.